Por un hecho insólito, las autoridades lograron prevenir la comisión de un presunto robo millonario a una sucursal del Banco Macro situado en el centro de San Isidro. Gracias a la alerta de un repartidor de delivery, un pequeño caño metálico que nacía entre medio de las baldosas de la vereda comenzó a ser investigado por tratarse de un túnel creado con la intención de robar las bóvedas de una entidad bancaria. Una investigación abierta que, hasta el momento, no tiene detenidos.