Vos tenés la elección de poder inscribirte cuando quieras”, dijo abriendo las manos ofuscado el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés. Vilma Ojeda, intendenta de San Isidro responde: “Están inscriptos, pero no hay vacunas”. El diálogo es grabado por la prensa oficial de la intendenta, pero termina abruptamente cuando el mandatario provincial tapa la cámara con una de sus manos y llama “alcahuete” al que está grabando.
El escandaloso episodio ocurrió este jueves por la tarde a 347 kilómetros de la Capital provincial, San Isidro, pequeño municipio donde Valdés desarrolló una seria de recorridas oficiales por refacciones en escuelas. Es justamente el escenario donde ocurre el bochornoso hecho.
Hasta entrada la noche de este jueves el gobernador no se refirió al escándalo ni pidió disculpas por su comportamiento.
El pasado 1 de junio la intendenta Vilma Ojeda a través de una nota formal pidió al mandatario provincial, el envío de vacunas anticovid-19 a su distrito. “Con la llegada del gobernador a nuestra localidad aproveche para hacerle el pedido de vacunas, porque tenemos muchísimos reclamos de la gente que no recibe la vacuna y que a muchas de ellas también les tocó ir al Hospital Zonal (de Goya a unos 40 kilómetros) porque no llegan a San Isidro.
Ojeda remarcó el antecedente de su pedido: “Nosotros hicimos el reclamo porque personas mayores de 65 años todavía no recibieron la primera dosis imagínate todas las otras edades y más tempranas tampoco".