Tiene su origen en la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente celebrada en Estocolmo, Suecia, en junio de 1972, donde se expuso la necesidad de contar con criterios y principios comunes para ofrecer a los pueblos del mundo orientación e inspiración para preservar y mejorar el medio ambiente.
La educación ambiental es un proceso participativo que busca concientizar en las personas la identificación de problemas ambientales tanto a nivel global como local y tiene como objetivo promover una relación armoniosa entre las actividades humanas y la naturaleza a través del desarrollo sostenible para garantizar la calidad de vida de las generaciones futuras.