El reciente estudio del Observatorio de Deuda Social de la Argentina de la UCA reveló un drástico aumento en los índices de pobreza e indigencia en el país. Según sus estimaciones, el golpe inflacionario de diciembre y enero elevó la tasa de pobreza al 57,4%, lo que representa aproximadamente 27 millones de personas, con 7 millones viviendo en la indigencia. Este aumento se atribuye principalmente a la devaluación de diciembre, que provocó un aumento significativo en los precios generales, superando el aumento de los ingresos de las políticas sociales.
El informe indica que el aumento de los precios es especialmente impactante para los hogares de clases trabajadoras o medias que no reciben beneficios de programas sociales. La proporción de la población en situación de indigencia aumentó del 9,6% en el tercer trimestre de 2023 al 15% en enero de 2024. A pesar de los esfuerzos del gobierno por aumentar las transferencias de políticas sociales, el impacto en la reducción de la pobreza e indigencia es limitado.
Incluso entre los hogares beneficiarios de programas sociales, la situación empeoró, con un aumento en el nivel de pobreza del 76,5% en el tercer trimestre de 2023 al 85,5% en enero de 2024. Aunque las políticas sociales lograron mitigar parcialmente el aumento de la indigencia en diciembre, el efecto fue temporal.
El estudio también destaca el impacto de la pandemia de COVID-19 en la implementación de nuevos mecanismos compensatorios, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y bonos extraordinarios, que aumentaron la proporción de hogares receptores de programas sociales. Sin embargo, aunque la cobertura de los programas sociales se intensificó, la brecha entre los diferentes estratos socioeconómicos se amplió.
En cuanto a la eficacia de las transferencias de políticas sociales, el informe indica que aunque reducen la pobreza e indigencia, el impacto es menor de lo esperado. Durante la pandemia, las ayudas masivas lograron una disminución significativa, pero en 2023, este efecto disminuyó. A lo largo de los años, la percepción de insuficiencia de ingresos ha ido en aumento, especialmente entre los hogares más desfavorecidos.
En resumen, el estudio señala que, a pesar de los esfuerzos del Estado y el aumento de las transferencias de políticas sociales, la pobreza y la indigencia en Argentina han alcanzado niveles alarmantes, cuestionando la efectividad de las políticas de ayuda de los últimos 20 años.