Yesica Rodríguez comentó que el miércoles 4 de agosto, Sergio Canteros “había ido hasta la comisaría Segunda a hacer una denuncia porque los Astarloa habían entrado a nuestra casa a amenazarnos, pero en particular a él”. En esa oportunidad “Checho” apuntó la acusación sobre Luís Astarloa, confirmó la mujer y que además consta en los expedientes.
El día viernes fue distinto. Fue mucho más violento. Yesyca dijo que escuchó que había una persona que preguntaba por “Checho” y cuando salió a mirar de quien se trataba, vio a “Jhony” Astarloa, quien según relató la propia víctima a la Policía, portaba un revólver en la cintura que su esposa no alcanzó a reconocer color ni calibre.
Del expediente se desprende que en su denuncia, Sergio Canteros hizo referencia al nivel de violencia con el que se manejaban los Astarloa: “Siempre andaban armados y entre varios”.
Pero quizás el dato más relevante de sus exposiciones y los trámites posteriores, fue que el propio “Checho” dijo claramente temer por su vida y la de su familia. “Quiero dejar constancia de que si llegara a pasarme algo a mi, a mi familia o a mis bienes, hago responsable a los Astarloa. Son personas violentas que a quienes no están de acuerdo con ellos, los amenazan y los golpean”, expresó en su última denuncia Canteros. Tres horas antes de que una turba de al menos 10 a 12 personas lo asesinaran de 25 puñaladas e hirieran de muerte a su padre “Milton” Canteros, quien murió dos días después. En el incidente también resultó herido “Pita” Rodríguez, hermano de Yesyca, quien hoy es un testigo clave y pese a sus gravísimas heridas sigue con vida.
“Cuando llegó mi esposo de trabajar ese viernes a la siesta, me dijo que no tuviera miedo, que eran gurises que nada iba a pasar. Ellos salieron de adentro del predio y se pusieron a beber al frente. Al final estaban planeando cómo matarlo a él y a mi suegro, de una manera brutal y a sangre fría. Ahora me toca luchar por mis hijos y que se haga justicia. Que todos ellos vayan preso por lo que hicieron y también la persona que está detrás de los homicidios”, apuntó en clara referencia a la polémica e investigada Ramona Villalba, exadminsitradora de la “Asociación Civil Devotos de la Cruz Gil”, que manejaba el santuario a la vera de la Ruta Nacional Nº123.
Pese a las dos denuncias y los dichos de “Checho”, los que fueron remitidos al fiscal Adrián Casarrubia, la Justicia no le asignó una custodia a la familia, ni ordenó detenciones.
“Para mi es muy difícil continuar. Me sacaron a mi marido y tuve que salir de mi casa. Ahora recién me dieron custodia. Tuve que cambiar mi forma de vida después de los homicidios. Hoy no tengo las ideas muy claras de cómo seguir, pero por mis hijos tengo que hacerlo.
No pienso dejar mi casa ni mi terreno para que esos usurpadores se salgan con la suya. Espero se haga justicia”, dijo Yesica.