RIVER PLATE: HACE DIEZ AÑOS COMENZABA UNA PESADILLA QUE DURARÍA 363 DÍAS

Hoy no es un día más en la vida de River Plate, el club más ganador en el fútbol argentino. Es que hace exactamente una década sufrió la humillación más grande de su historia: el descenso a la B Nacional luego de un torneo en el que tuvo innumerables ocasiones de salvarse de la promoción, las dejó pasar todas, y finalmente terminó cayendo en la recordada final ante Belgrano de Córdoba.

 

El 26 de junio de 2011 se consumó en el estadio Monumental de Núñez la catástrofe que había comenzado cuatro días antes en Barrio Alberdi cuando Belgrano le ganó 2-0 como local en el primer partido de la promoción. El Pirata llegó a la revancha con la ventaja por los goles de César Mansanelli, de penal, tras la irresponsable mano del defensor paraguayo Adalberto Román, y del Picante César Pereyra.

 

Cuatro días después, en el Monumental, River se puso 1-0 arriba con gol de Mariano Pavone a los 5 minutos e ilusionó a todos con la remontada, pero Guillermo Farré arruinó con el empate (16’ST) la recuperación del Millonario, al que un 2-0 le alcanzaba para salvarse por contar con ventaja deportiva por ser el equipo de la categoría superior.

 

El arquero Juan Carlos Olave le atajó un penal al Tanque Pavone a los 24 minutos y el partido se consumió entre la desesperación de los jugadores de River, el desconsuelo de sus hinchas y los disturbios generados como reacción a lo inaceptable.

 

El árbitro Sergio Pezzotta, amenazado de muerte en el entretiempo por los Borrachos del Tablón, terminó el partido unos minutos antes cuando el Monumental ya era la escenografía de un campo de guerra, con fuego en las tribunas y hombres abatidos sobre el césped.

 

El descenso fue el desenlace de tres malas temporadas, iniciadas con el último puesto en el Apertura 2008. Tras el título obtenido en el semestre anterior, con Diego Simeone como entrenador, River inició una caída que no pudo evitar ni con cinco cambios de técnico ni tampoco con la llegada a la presidencia de una gloria del club: Daniel Passarella.

 

Fueron 114 partidos con una magra cosecha de 141 puntos, que apenas si le alcanzaron para no caer en el descenso directo como Huracán y Quilmes.

 

El equipo de Juan José López perdió la última fecha con Lanús (1-2) en el Monumental, quedó en zona de promoción junto a Gimnasia y Esgrima La Plata, y no pudo revalidar la categoría ante el Belgrano del Ruso Ricardo Zielinski.

 

En todo ese proceso pasaron dos presidentes, José María Aguilar y Passarella y siete entrenadores: Simeone, Néstor Gorosito, Leonardo Astrada, Ángel Cappa y Jota Jota López, más los interinos de Gabriel Rodríguez y Jorge Tapón Gordillo. Aguilar y Passarella dividieron en partes iguales el tiempo de gestión y el número de partidos durante el proceso del descenso, pero fue el Kaiser junto a otro histórico como Jota Jota los que pagaron los platos rotos.

 

El fatal desenlace deportivo del 26 de junio se hubiera evitado si River ganaba al menos uno de sus últimos siete partidos en el torneo Clausura o de haber terminado igualado en puntos y goles con Belgrano, que accedió a la promoción desde la B Nacional. Pero tras ganarle a Racing 1-0 en Avellaneda por 12da fecha y quedar segundo a tres puntos del líder Vélez, el equipo de Núñez ingresó en una racha condenatoria de cinco empates y cuatro derrotas.

 

Un año de sufrimiento le esperaba al pueblo Millonario, pero de la mano de Matías Almeyda, como entrenador, y con la ayuda de Fernando Cavenaghi, Alejandro Domínguez, David Trezeguet y Leonardo Ponzio, entre otros, el equipo regresaba a Primera División luego de 363 días.

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