A través de su cuenta de Facebook, la señora Liliana Belén Cabral contó que ella y una socia se dedican a vender ladrillos y que durante la mañana de este jueves se comunicó a su teléfono celular un supuesto cliente que quería realizar una compra.
A través de una excusa le comunicó que le enviarían un código para mejor organización de la compra y que este código estaría asociado a la chapa patente del supuesto camión que retiraría los ladrillos.
Supuestamente la empresa compradora era de Buenos Aires y ese era su manejo interno, la señora Cabral acepta el código y lo reenvía varias veces y al no poder concretar el trámite ella le pasa el numero de su socia de nombre Jessica quien también comenzó a recibir los códigos y allí terminó la comunicación.
A la hora volvió a recibir la llamada del cliente y al intentar atender en la pantalla de su teléfono comenzaron a aparecer muchos números y acto seguido la aplicación desapareció dejándola sin WhatsApp.
Al rato, estando con un amigo, este recibe un mensaje del teléfono de la señora Liliana, pero no era ella la que escribía ya que no tenía más la aplicación funcionando.
Decidieron “seguirle la corriente” a los estafadores e inmediatamente estos comenzaron a pedirles dinero con la excusa de devolverlo al día siguiente. Incluso le escribieron al padre pidiendo lo mismo.
El estafador se hacía llamar Pablo y envió mensajes a todos los contactos pidiendo la suma de alrededor de $10.000.
Hasta el momento no pudo recuperar la cuenta de WhatsApp y al dirigirse a la comisaría le indicaron que no le podían atender la denuncia ya que el oficial no estaría hasta las seis de la tarde.
No es la primera vez que suceden los intentos de estafas telefónicas pero esta modalidad es nueva y al parecer muy avanzada.